¡A Hernán Vidal, salud!


Ha muerto Hernán Vidal, figura señera de la crítica cultural y literaria latinoamericana durante varias décadas, referencia obligada para todos los latinoamericanos que llegábamos a los Estados Unidos allá por los 80. Detrás del intelectual duro, polémico, combativo, estaba siempre el gesto solidario y una enorme curiosidad intelectual.

Ha muerto Hernán Vidal y con su muerte, en cierto modo, se cierra una era en que la labor intelectual era la continuación de la política por otros medios y la política era un modo de vida. Desde esa postura ideológica y existencial, Vidal participó de la fundación del Institute for the Study of Ideologies and Literature que desde la década de 1970 promovió activamente el estudio de las literaturas iberoamericanas desde una perspectiva socio-histórica marxista, modalidad investigativa que posteriormente evolucionó hacia el campo de los estudios culturales latinoamericanos. Desde los años 80, cuando este tipo de crítica militante comenzó a ser desplazada por la oleada del post, Vidal se fue dedicando progresivamente al estudio de la problemática de los Derechos Humanos en América Latina, particularmente en Chile.

Ha muerto Hernán Vidal y, como correspondía, lo ha hecho de pie y con sus armas en la mano, escribiendo, publicando, armando proyectos. Infatigable siempre. Pocas semanas antes de fallecer nos llamó para proponernos sus últimos planes. Vaya a saber cuántos manuscritos ha dejado en sus cajones.

Entre sus últimos proyectos, ahí está El movimiento de la izquierda revolucionaria (MIR) de Chile en la justicia transicional, que alter/nativas tiene el honor de haber publicado (http://alternativas.osu.edu/es/ebooks/catalog.html). Es un libro áspero, incisivo, dolido, donde analiza desde la perspectiva de los Derechos Humanos las traumáticas consecuencias sociales, políticas y culturales que tuvo la estrategia militarista del MIR en la historia reciente de Chile. Procurando comprender el lastre de la violencia setentista en la reconstrucción actual de la democracia, la noción de “estado de derecho” sirve a Vidal para criticar, en un análisis apasionado y polémico, la adopción en los 60 por parte de organizaciones revolucionarias como el MIR de una estrategia de guerra civil prolongada e irregular que culminaría en tragedia. Lo más desgarrador y paradójico, sostiene Vidal, es que al convertirse en instrumento de los juegos geopolíticos en el marco de la Guerra Fría, el MIR coadyuvó a desestabilizar y subvertir al gobierno de la Unidad Popular, contribuyendo así al golpe de estado fascista.

Hasta el último momento, allí está el crítico comprometido dispuesto a jugarse el alma entera en la búsqueda de la verdad, no importa cuánto duela, no importa dónde duela y cuánto cueste. Una actitud. Un modo de vida y una manera de morir.

Abril Trigo, Columbus, OH